Hola de nuevo: como os comenté desde el principio de la creación de este blog, mi intención es la de intentar aportar con mis comentarios toda la información que considero de interés para mis lectores.
Y por eso, voy a ir exponiendo aquí casos reales que me han ocurrido y que entiendo que reflejan perfectamente la importancia de tener contratado un buen seguro, no uno cualquier. Siempre con el asesoramiento concreto de un buen agente de seguros.
En este caso, y como haré siempre, usaré nombres ficticios para preservar lógicamente la identidad del asegurado, pero el caso es real.
Hace aproximadamente dos meses, el día 18 de septiembre, me llamó Juan diciéndome que tenía contratado un seguro de responsabilidad civil y quería saber si cubría la siguiente incidencia:
Su hijo había estado en la bajera de unos amigos y sin querer había tropezado con la televisión que allí tenían, había caído al suelo y se había roto. Era una buena televisión, marca LG y de 25 pulgadas, y quería saber si el seguro cubría el siniestro.
Tras comprobar las coberturas del seguro, le comenté que efectivamente sí debería cubrir el seguro, pero que el proceso y los pasos que había que dar eran los siguiente:
- Primero tenía que localizar dentro de los componentes de la bajera al dueño de la televisión, para saber si tenía la factura original.
- En segundo lugar, necesitaba una fotografía de la televisión rota para justificar.
- Posteriormente, un perito tendría que ir a certificar y conocer el sitio donde se había producido el siniestro.
- Y una vez cumplidos todos estos pasos, esperar a la decisión del equipo de siniestros de CASER seguros.
Lógicamente, acompañé a Juan en todo este proceso, y nos encontramos con un problema: el perito nos comentó que esas fotos que le enseñamos de la tele rota, y aunque fuimos con él a la bajera a ver la televisión y el sacó sus propias fotos, esa televisión la podíamos haber cogido de la basura y ponerla allí (no nos acusó de nada y lo hizo de buenas maneras) recomendándonos que consiguiésemos la factura de la televisión por medio del dueño y que buscásemos una manera de justificar que la televisión estaba allí.
Enseguida le propuse a Juan y a su hijo que hablarán con los compañeros de la bajera porque seguro que alguno tenía algún video de cuando estaban en la bajera jugando con la play donde se viera la televisión. Y así fue.
Adjuntamos el video (el dueño de la televisión, que tenía 10 años no fue capaz de encontrar la factura) y con eso y el informe del perito se envío todo al grupo de siniestros.
Tardaron un poco, pero a los quince días nos pidieron un número de cuenta, DNI y datos del dueño de la televisión al que había que hacerle el ingreso y aunque la tasación fue un poco menor de lo que nos esperábamos, le ingresaron el dinero.
Y este ejemplo os lo cuento por dos cosas principalmente:
- A veces no sabemos qué cubre concretamente la responsabilidad civil que tenemos contratado con el seguro de la casa, y son para este tipo de situaciones, aunque en otro post os ampliaré esta información.
- La importancia de guardar siempre las facturas de los electrodomésticos o aparatos que compramos, porque siempre vienen bien en caso de siniestro para justificar y poder valorar.
Como siempre os digo, “Un buen seguro protege tu vida y a los tuyos”, no lo dudéis.
Saludos
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